¡Hola a todxs!
Generalmente escuchamos la palabra "aprobación" y decimos, "sip, ese soy yo".
Así que hoy hablaremos sobre la necesidad de aprobación externa, que es la tendencia de necesitar la aceptación de los demás para sentirnos bien ya que de no si no es así, percibimos un gran malestar emocional.
La búsqueda de aprobación no tiene porque ser dañina, sin embargo, esta nos puede perjudicar cuando ya se convierte en una necesidad y sin ella nos terminamos paralizando.
Vivir con la necesidad de aceptación externa, es dejar algo tan importante como nuestro sentido de valor personal, a merced de lo que puedan opinar el resto de las personas. Por lo que, nos arriesgamos a llevar una vida llena de frustración, responsabilizando al resto de nuestros propios problemas.
Algunas actitudes que presenta la persona que experimenta necesidad de aprobación son:
Mostrarse demasiado amables la mayoría del tiempo.
No querer mostrar emociones incómodas por miedo a lo que vayan a pensar.
Evitar cualquier conflicto.
Aguantar cosas, situaciones que no quiero aguantar.
Miedo al rechazo.
No saber decir que no.
Cambiar de opinión para ser amable e intentar gustarle a los demás.
Sentirse triste o angustiado cuando los demás no aprueban sus ideas, comportamientos o actitudes.
Sensación de una carga emocional muy pesada.
Dificultad para establecer límites.
Depender de lo que los demás piensen.
Esta necesidad cuando no es bien gestionada, podría considerarse irracional, ya que es casi imposible que todxs estén de acuerdo con nuestras ideas, pensamientos y conductas, Como dicen, "no somos monedita de oro para caerle bien a todo el mundo".
Esto implica poner nuestras necesidades como último recurso, lo que nos lleva a la idea de que no somos lo suficientemente capaces para resolver algún conflicto o tomar alguna decisión sin el apoyo de alguien más.
Entonces, es sumamente importante trabajar en el amor propio: establecimiento de límites, trabajando el autoconocimiento, el autodescubrimiento, identificando nuestras capacidades, y lo más importante, aprendiendo a ser emocionalmente responsables, ya que es frecuente que la razón de que suceda esto es porque queremos que alguien más se haga responsable de nosotrxs y nuestras decisiones por miedo a equivocarnos. Pero una vez que nos enfrentamos a ello y nos demostramos nuestra propia capacidad, obtenemos un crecimiento aún más grande. Recuerda, lo que reprimimos, tarde o temprano nos termina consumiendo.
Así que aquí te va un ejercicio.
Utiliza un pensamiento alternativo:
Es tratar de llevar esos pensamientos que nos causan malestar y nos llevan a esa búsqueda irracional de aprobación, a pensamientos más realistas que nos permitan hacernos responsables de nuestras acciones sin tener ese gran malestar emocional.
Ejemplo:
Pensamiento automático: “No sirvo para nada, siempre me equivoco”.
Pensamiento alternativo: “A veces me equivoco y no tiene nada de malo, tratare de hacerlo mejor la próxima vez”.
*Intenta pegar este tipo de recordatorios cerca de ti para tenerlos presentes.*
Esto tiene solución, no te agobies, aquí lo importante es trabajar en nuestra propia validación emocional. Realízate esta pregunta ¿por qué es tan importante para mí, lo que las demás personas digan sobre mi vida, mis decisiones, etc.?
Puedes partir de esta pregunta, comenzando por identificar esas razones por las cuales buscas esa aprobación externa.
María Andrea Pérez